Volver a soñar con un cielo de armonía
Con la luna de queso y llena de alegría
Y los días sin fin corriendo y enredarme
Abrazando un mundo colmado de fantasías.
Volver a tener esa inocencia bendita
Donde las tristezas no tienen por qué llegar,
Donde las rabietas se calman con un dulce
Desconociendo el odio y el rencor.
Sentir nuevamente libre de temores
Viviendo los días de principio a fin
Inventando nuestros sueños, bailando con el viento
Y gritando al silencio ojala no vaya crecer.
Hoy la maravillosa niñez es,
La nostalgia del ayer
Luis Alfonso Ramos