YO CLAUDIO

SENTENCIA FATAL.

Espada en mano defenderé mi nombre

ante el villano no he de caer

mi corazón valiente como todo hombre

ante cualquier batalla me sabré defender.

 

A lo lejos veo acercarse a mi contrincante 

espada al cinto viene al acecho 

aunque apenas me atrevo a ser un aspirante

me lansaré y enterraré mi espada en su pecho.

 

La batalla aun no da su primer comienzo

los jueces, no han firmado la sentencia fatal

mi enemigo todo un caballero y tenso 

yo, y mi joven espada, a punto de ser criminal.

 

Comienza la lid en el campo de batalla

en guardia se pone mi adversario 

saltando ante mi como un vil canallá 

el hombre se hacía ver como un corsario.

 

Las espadas se cruzaban por los aires 

las miradas eran turbias y asustadas

los movimientos eran danzas en un baile 

y las saetas no alcasabán a ser penetradas.

 

Llegó a su fin la batalla esperada

los dos hombres arrodillados en tierra 

en sus rostros la muerte se dibujaba 

allí quedaron los cuerpos sepultados en la cierra.