Y es que mis palabras ya no tienen su voz;
y ahora es indistinto su destino,
a pesar de que sus ojos ya no vuelan tras mi sombra,
es ella ... quien aun se niega a comprender que incluso,
el corazón, entre arritmias a descompuesto
no su naturaleza al latir; si no la figura
deforme de su amor enmascarado...