El Hombre de la sombra triste:
Como ave herida se posa en aquel viejo palisandro
De su mala figura y falta de juicio ya no se debate
Pues del dolor de tu ausencia en él no hay quien se percate
En el cual en su vieja armadura tu aroma está impregnado
Y besos como marcas de batalla en sus labios están grabados
Quien con más de mil apodos con solo uno es llamado
Ese que en su falta de cordura en su dulcinea te convertiste
En sus quijotescas aventuras la luna te obsequiaba
Misma que esta noche su desdicha alumbraba
Con hacha avejentada caricias fúnebres está cazando
La locura y la soledad lo están matando
Parece que su silueta al viejo lo está abandonando.