Desde aquellas palabras, que dijiste
todo eso que confundes con orgullo
no es más que el gran temor, que dentro tuyo
haya solo ya una sombra de quien fuiste.
¿Es que tú ya me olvidaste? ¿Lo quisiste?
¿O es tan solo un subnivel más del abismo?
¿Es que aquello que tenías lo perdiste?
¿Qué hago entonces yo, que aún siento lo mismo?
Cada vez es más lejana tu presencia
cada vez me duelen más tus actitudes,
hoy olvidas todo aquello que quisiste,
y perdona todo aquello que no pude.
Si me acerco ya al olvido, dime al menos
¿Valen algo las sonrisas que me diste?
Ya no sé si son felices o son tristes,
esos ojos tan hermosos que recuerdo.
Hoy de mi tan solo queda una agonía
y ni un ápice de mi habrá si te pierdo,
no quiero alguien más de compañía,
si no hay nada más del mundo si te observo.
Me inunde de vos y de aquello que me diste
y te hice ciegamente mi futuro
me destroza el eco de eso que dijiste,
y me siento desconfiado e inseguro.
Esos ecos dicen que ya nada valgo,
soy la cuenta regresiva en tu memoria
me pregunto si de mí retendrá algo
que recuerdes como una vieja historia.
Se acongoja un corazón enamorado
pues lo invaden los dolores de perderte
y me dice cada paso que ya has dado,
cuanto más lejos estas soy menos fuerte.
Y no encuentro una palabra, entre estas lágrimas,
que te exprese el terror que me provoca
el creer que voy perdiendo tu ternura,
y no pueda probar nunca más tu boca…