En un simple beso me impuso su soberanía,
con solo el tocarme destruyo a mis barreras,
bastó su mirada profunda para así tomarme
y un te amo para viajar al cielo sin fronteras.
Hizo poesía con sus caricias donde no había,
versos de pasión y fuego en nuestra ocasión,
estrofas soñadoras pareciendo bella estrella,
sonetos punzantes desafiando a mi corazón.
Nuestros cuerpos dibujando ángeles al vuelo,
la respiración era sinfonía de mieles y deseo,
el tacto: un montaña rusa de hermosa acción,
el resto, fue lo que solo logra la imaginación.