MariaCarolina

Ocupando un gran vacío

Amo frenéticamente despertar,

 amo sentir que a mi mente voy a ocupar,

a ese misma que a mi corazón llena de pasión

 por cada cosa que hago.

Odio al anochecer,

cuando a solas, luego de tanto laborear, estudiar,

 ajetrear sola en una ciudad incierta,

en una ciudad que corre sin parar,

me encuentro entre las paredes de lo que mi hogar se convierte.

 Y frente a la pantalla de mi ventana al mundo,

 culmina el día con la sensación de un corazón más vacío que al despertar.

Entonces,

 sólo deseo tener sueño,

 y solñar,

 para sentir la compañía de un ser que abraza mi corazón,

en el fugaz mundo de la fantasiosa sensación.

Y entonces duermo,

 sólo duermo pensando que ya el mañana vendrá,

 y ocupará la mente que distrae al corazón

aquel corazón que eternamente de noche

vacío se siente.