No amaras a nadie,
a nadie, no hay fantasmas en tus naufragios
eres mar infinito
amante imposible, ola que saluda lejos,
eres la diosa del mar
tú no permites al enamorado
morar en tus profundidades
temes que te igualen en fuerzas de amores.
Ya tienes un rey, un príncipe, en tus profundidades
prendidos a tu vida como tu color azul,
y yo contemplador de playas desiertas
aterrado de la fuerza de tu belleza
de rayos y olas en querella,
sí aterrado, eres el temblor
en el corazón del mar,
de pronto hay luz en tus profundidades,
es una mirada, ola que me arranca el alma.