Me han raptado el sueño, lo único que puedo hacer mientras la noche se olvida de acunarme, es escribir primitivamente, escribirte.
Algo me has despertado
Algo que no me deja cerrar los ojos
o talvéz no regresé de aquel silencio
y lo que en realidad veo no es ni el día ni la noche,
sino mi adentro
éste estar mío que aún no descubro
Encontré versos ebrios en estas noches albinas que ahora siguen andando a tumbos,
“Ebrios de razón, los versos,
caen sobre el montón dudoso
de ingenuidades.
Ebrio de algo, dudoso,
incrédulo de fórmulas,
cada uno entregado así mismo,
atareados por fuera del alma
a la desolada tarea del bienestar.
Entonces te miro, hago una pausa,
el mundo corre bajo nuestros pies
quizás seas la mariposa que posa
en mi cabeza como la de aquel poeta
y de pronto soy mil voces exhalando
y de mis dedos nacen mundos.
Creo que también eres un río
y si vas a llevarte algo de mí
que sea la certeza de que
el corazón no piensa”