Soy fruto del pasto,
que el rocío natural,
en mi se deposita
y posa tranquilo,
con temple y silencioso
de a poco.
Soy como la caña de azúcar,
dura, dulce
y al cortarme puntiaguda,
que al beber de ron,
a toda tristeza alegro.
Soy como el trigo,
que al molerme,
el panadero crea de mi su pan,
palpando con calma y cariño,
que tanto a pobres y ricos,
les encanto.
Soy como el maíz,
que en mis canastos
de hojas secas,
las dulces muchachas,
reparten por doquier,
sueños a regalar,
con alegría, amor y paz.
Soy como la cebada,
fiel a la garganta y paladar
del bebedor, que de mi,
mi cerveza espumosa,
igual sea rubia, roja o negra,
y el trago, corto o prolongado,
sabroso es.
Y llámame gramínea,
cuando tengas hambre y sed,
erradicaré así,
tus ganas de comer y beber.
Y gramínea, llámame.