La descompuesta noche abrió sus ventanas
partieron por ella áspero tiempos alquilados
a dormidos espejismos oxidadas de coloquios.
Esa noche supe que fui desasida de tus recuerdos.
¡Ah recuerdos! Los albatros galopaban en tus ojeras
y copiosos manantiales suspiraban en mi cintura.
Y la meditativa luna poblaba nuestros silencio.
Pensar que hubo estrellas flotando en mi copa
Y tenía las manos pletóricas de hordas poéticas.
Hoy, soy antinomia lidiando entre hojas de otoño
en el vaivén geométrico de recuerdos y olvidos
donde las verdades fueron lutos amarillentos,
Y cáscaras de hielos cortaron cuarenta lunas.
Pegajosos recuerdos portan polimorfos olvidos.
Tu adiós trepó hasta el vértice picoteado de la tarde
Se deslizó mansamente por el horizonte de mis ojos
Y se perdió en la tartamuda sonrisa de mi memoria.
Nelly Herrera
25/08/17
Argentina