Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el Amor. La Quintaesencia de la vida. Albert Einsten.
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A la Edad Media, quisiera remontar y ver,
cuando fuese la Quinta essentia, o Quintaesencia,
elemento hipotético, éter de alma mater,
del hombre, clave, en la infinita coexistencia,
junto a cuatro gigantes de la naturaleza,
Agua, Fuego, aire y tierra, pilares de pureza.
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La Quintaesencia, erase la perfección misma,
piedra filosofal, y el elixir de la vida,
para aclarar sin alguna duda, aquel sofisma,
acerca de la trasmutación que el oro anida,
y de la razón y la lógica, sea el prisma.
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En cosmología es fuente de la sinergía,
para explicarnos a la acelerada expansión,
del insólito e infinito, universo en cuestión,
siendo tal fenómeno del vacío ¡energía!
regente en esta armónica y vital creación.
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Condicionando a pobre visión del ser humano,
pero, no pretendiendo ser ciencia inamovible,
en la presencia absoluta de todas las cosas,
y donde solo el todo cuántico, es concebible,
es Dios la gran fuerza del universal amor.
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Sigue ilógica-mente la energía oscura,
viva forma que en la Quintaesencia es locura,
causante entre los malos pensamientos la guerra,
la cruenta existencia sobre la faz de la tierra,
de efímero poder y utopíca la paz pura.
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Raquelinamor
Agosto 26,2017
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Salomón la definía en los siguientes términos: Quinto ser de una cosa mixta… Como un alma muy sutil extraída de su cuerpo y de la superfluidad de los cuatro elementos por una muy sutil y muy perfecta destilación, y por ese medio se espiritualiza, es decir, se vuelve muy espiritual, muy sutil, muy pura, como incorruptible, astral y celestial…
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