Permíteme alcanzar aquel hálito que escapa de nuestras vidas
intentemos que no se haga olvido, sin horizonte, en la memoria
moran los espíritus comulgando en ese vaho triste, que deserta
hemos lacerado puros sentimientos, con la daga de los miedos.
Permíteme arriesgar el último pulsar de esta vena que es tuya
palpita con el latir de tus apetencias, paridas por iguales ansias
anhelos que fueron leños y ardieron en el fuego de los deseos
que hoy las dudas, no tornen invierno de ilusiones la existencia.
Permíteme estar en la umbría de tus sueños, respirar tu aire
aletear con aquellas avideces que libramos hacia el abismo
en ellas estoy yo… recuérdalo, somos una única esperanza
esperanza de resurgir desde las cenizas de los fracasos y vivir.
PERMÍTEME
Oscar A. Fernande Folguerá (Argentina)
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