En un bar nos encontramos, tímidamente
Nuestras miradas, se cruzaron ya más al
Rato te me acercaste, y mi nombre me
Preguntaste, nuestras almas sintieron
El frío que nuestros nidos tenían.
Tú me constaste tu historia, y supe
Enseguida, que de amor sufrías, yo
Me llene de ternura y quise ser tu
Consuelo, aunque fuera por esa noche.
Ambos nos marchamos dejando atrás
Las tristezas, y decidimos en un cuarto
De hotel, quitarnos nuestras amarguras.
Tú te entregaste esa noche, y yo fui
Tuya a placer, ambos soñamos juntos
Ambos fuimos felices imaginando en
En aquel cuarto de hotel como sería
Aquel amor eterno en el que uno busca
Perpetuarse en los albores de un feliz
Amor, Luego nos despedimos, tomando
Cada uno, un rumbo distinto, sumergidos
En aquella espesa noche en donde ambos
Éramos tan solamente extraños en la noche,
Que sólo estuvimos por un simple placer.