Ser segundo plato en el amor.
Muchos lo hemos sido alguna vez,
siempre hay un fantasma intermitente que aparece y desaparece,
el realmente amado o amada por la protagonista , con el primer papel,
tu función es también importante, la de dar celos al galán.
El segundo plato suele tener unas características,
es un buenazo, muestra demasiado interés por la protagonista,
a ella le hace gracia, como los monos de las ferias,
es un romántico empedernido sin fisuras.
No tiene que tener pareja, estar terriblemente solo,
cuanto menos éxito con las mujeres mejor,
así es más fácilmente manipulable e hipnotizable con un péndulo,
además el pobre o la pobre no es cuestión de géneros, busca desesperadamente amor.
Ser segundo plato no pasa nada,
mientras seas consciente de que lo eres,
de ahí solo puedes sacar disgustos y problemas,
e igual.. te valoran más cuando muestras pasotismo e indiferencia.