Juan Ignacio Clavero

Los suspiros que callo.

La poesía en mis placeres, se añeja

releyendo sola, ensimismada,
cosa que el tiempo así festeja,
abstracto en el perder de la mirada.

 

Me siento, calmo, y reflexiono,
la ética, el color, mi mente aparte
que enciende en fuego el mundo tieso,
y suele el alma iluminarte.

 

Metálica así, mi sangre explota
y en tinta busca el encontrarse
y ve en lo atroz la blanca hoja,
y ve en las letras revelarse.

 

Única y sensual se me desliza,
lo que en la brisa se interesa,
y ve aves, cielos y cornisas
y ríe y llora y aconseja.

 

Arrepentida, enamorada,
ve a mi musa desvestirse
y en noche de luna plateada
logra de mi alma desasirse.

 

Crece en mí, despertando
ya nueva fuerza, ominosa,
que así en decoro se luce
y que en belleza, se esboza.

 

Víctima de ella, así vivo,
atrapado así me hallo,
vagando entre lo que escribo,
y en los suspiros que callo.