Hoy has vuelto.
El parque te echaba de menos;
has vuelto con tu torpe andar
apoyado en ese viejo cayado.
Tu banco te estaba esperando
-te echaba mucho en falta-
desde el último verano.
Las palomas me preguntaban por ti,
también aquel gato pardo
que todas las tardes
se acurrucaba en tu regazo…
Hoy has vuelto y contigo
el sol ha retornado,
¡Cuántos rayos buscándote!
¡Cuántos suspiros guardados!
Me acerco… Te miro
pero tú no me miras;
tu mirada ya se ha escapado.
Aún vives de los recuerdos
que tantos años has almacenado.
Hoy, hoy has vuelto a tu banco
y nadie se había fijado…
si miraran bien verían
que estás llorando…
Tú, hoy has vuelto
y a tu vera yo me he sentado;
te he saludado y no me has contestado,
te he tocado y no te has girado…;
como estatua de tu parque
parecías impasible, sin cuitado,
hasta que con un gesto de extrañeza
me escudriñas de costado,
de abajo arriba, de arriba abajo;
te pregunto por tu nombre,
tú cabizbajo me respondes:
- No lo recuerdo
…Y vuelves a mirar al suelo,
rodeado de palomas,
rodeado de flores,
rodeado de gatos
y hasta de silencios rodeado;
sí, rodeado de todo el parque
ahí estás, inmóvil sentado.
Hoy has vuelto a tu parque,
mi querido abuelo.