Y se me antoja morder el lóbulo de tu oreja,
besarte el cuello, lentamente.
Estas ganas de cogerte más que las manos está creciendo.
Esta abstinencia de tus besos, sólo hace crecer pensamientos húmedos.
No retrocedas mi vuelo, qué te parece si dejamos al tacto decir todo aquello que hemos callado. Recuéstate en el sillón, que quiero recorrer tu cuerpo con mis manos, besarte la espalda, acariciar tus senos.
Déjame apagar el incendio que se posa entre tus piernas,
prometo será único, está vez se me antoja morderte los labios,
recitarte palabras eróticas.
Quiero forjar en ti figuras, quiero que te quedes en mi piel,
bésame la boca para crezca el incendio que surge con verte.
Mójame los labios con tus sales.
Yo tengo ganas de tus nalgas, de subirme a tus espaldas,
tengo ganas de lo que tú eres, de lo que te forma, mujer.
Y se me antoja está noche lluviosa,
hacerte mía, cada hora, cada minuto,
quiero escribirme en tus hojas, quiero envolverme en tu miel,
quiero cogerte querida, quiero coserme en tu piel.