Invisibles
las incertidumbres
quedaron al borde de los labios
Trémulas agotan
vacíos de ausencia
Las miradas
huyen desde sus techos rojos
llevan el alba a cuestas
Se apagan
en la infinita huella que nos agita
Su corriente
horada recuerdos
se presiente el lenguaje despertar de sus caricias
Estridentes
los relámpagos
quedaron en la soledad
Plácidos
los atardeceres
arañan noches
Sin final