Edmundo Rodriguez

MI NIÑA DE BLANCO VESTIR

Adorable tu caminar atardecièndo , 

en la càlida playa que nos habìa recibido , 

tu suave vestido blanco de tierna transparencia , 

jugaba con los besos del aire . 

 

Yo feliz te apreciaba sentado , y tù me decìas , 

ven caminemos , que la luna ya està por llegar , 

y quiero darte muchos besos frente a ella , 

y que sepa que me influye en el corazòn , 

donde tù eres mi alegrìa . 

 

Corrì a tus brazos , y tu risa brotò , 

como un polluelo del nido buscando a su madre , 

asì sentì tus besos que brotaban y hacìan de mis 

labios el encuentro màs feliz . 

 

Nuestros corazones se llenaron de mùsica 

de guitarra y nos llenamos de abrazos , 

con movimiento romàntico que no querìa terminar . 

 

Mi voz en tu oìdo solo decìa , te amo mujer , 

y tus ojos respondìan con un brillo exquisito , 

tus manos tomaron mi rostro , diciendo , 

me tienes loca de amor y yo dije somos dos . 

 

Y el amor reinò entre nosotros , y nuestras vidas 

se hicieron tan largas , que eran admiraciòn , 

para propios y extraños y cuando preguntaban , 

còmo es posible , siempre respondìamos , es el amor . 

 

Y todos pueden lograrlo , solo hay que desearlo 

profundamente , y el mar , la luna y los grandes 

espìritus , eran nuestros maestros . 

 

Y asì siguen pasando los años y seguimos enamorados 

desde lo màs ìntimo del alma , amor de los tiempos , 

asì es nuestro sentir , y la juventud regresò para no 

irse jamàs . 

 

Eres mi niña del vestido blanco ,

que juega con los elementos , 

y estos te protegen con tanto amor . 

 

Mi niña de blanco vestir , 

como te quiero .