Quizás en algún momento entendimos todo.
Quizás antes de nacer y disponernos a dormir.
Quizás la vida se trate de eso:
recuperar la memoria perdida.
Quizás esos instantes mágicos de felicidad no sean mas que pequeños destellos de revelaciones,
en los que nuestro cuerpo comprende lo olvidado y se modifica.
Quizás el Arte exista para que logremos entreabrir los ojos, de a ratos, y espiar(nos),
hasta que la muerte nos vuelva a despertar por completo.