Urquiza

OXÍGENO DE CIUDAD (CIUDAD)

Subido al mástil de este naufragio

entre cariñosas manos

que rozan el desdén

de tanta melancolía

aire en medio de almas

que se llenan perdidas y galopantes.

 

 

Esto no es mas

que un viaje de misterio

al fondo de la calle desolada

donde el farol alumbra

la alameda

de un barrio dispuesto a despertar

y respirar del día

el oxígeno siniestro

para poder sobrevivir.