AlejandroDuro

Esperanza

España tiene un problema
que ha germinado cual semilla en el estiércol.
Culpa al que fracasa y admira al que triunfa;
cuando quien triunfa se acomoda y quien fracasa se levanta.
El fracaso, desde los escombros, siembra un futuro sin los errores del pasado;
el triunfo menosprecia los errores del futuro y es ambicioso.
Se regodea en el que pierde; asquerosa filosofía de super-nación y supremacía del super-hombre.
El que fracase; seguro, conseguirá más nombre.
Pues el éxito desmotiva; se desinfla con el tiempo,
mientras el fracasado intentará toda su vida, motivado, llegar a la cúspide de la pirámide con esperanza.