Rayo de sol que de pronto aparece
lleno de magia en mi rostro se posa,
así mis labios recuerdan sus besos
un gran calor en la sangre se siente.
Luego mis ojos dormidos se elevan
cual brillo de oro la dicha despierta,
sobre mi esencia despliega sus redes
con esa llama mis sueños se funden.
Rayo fulgente que besa con ansias
hace a las aves que dancen alegres,
su suavidad lleva oculto un deseo
vibra mi cuerpo cual nubes al sol.
Es un hechizo que siempre me envuelve
se ve la lumbre en sus ojos ardientes,
chispa de luz que se espera en el alma,
más que un anhelo en las tardes de invierno.
Lupercio de Providencia