ROMA
Rómulo, Remo... Roma.
Sabor a antiguo, Roma.
Roma, la romántica;
la refrescada por el Tiber:
tu laureola.
Roma, la de los césares,
la imperial, la antigua,
la actual.
Roma, la grande.
Recuerdos, pasados... Roma,
la que al palpar nuestros pasos
por tus estrechas calles,
por tus mosaicos empedrados
traspasas tu energía acumulada
de tanta cultura, de tanta gente
que sobre ti has allegado.
Vías que llevan por tus colinas,
callejuelas angostas, escalonadas
permitiendo tocar tu alma.
Puentes empinados sobre el cauce;
ribera romántica, de pétreo dibujada.
Tu aroma a vino envejecido
embruja al que te visita,
no sintiéndose cansancio
al recorrer tus sendas tan andadas.
Arquitectura que te delata vetusta,
a cada momento, en cada rincón.
Obra de arte monumental...
Obras de artes a cada paso que se da.
Roma sagrada
Roma artística
Roma histórica...
Muchas Romas en ti;
por esto eres:
¡La Roma!
y sobre ti te embellecen
caprichosas calles, vías,
fuentes, iglesias, museos,
escalinatas, colinas, plazas...
Todo habla de tu cultura
finamente socializada.
Tu generosa mesa,
tan exquisita.
Para qué hablar de tu elegancia.
Roma.
¡La Roma!
Arrivederci.