Alejandro José Diaz Valero

Amistad interrumpida

Dos crujientes galletas

y una taza de café

tenían amistad perfecta,

eras amigas las tres.

 

La galleta de chocolate

le dijo a la de vainilla:

“sin que el café se percate

juguemos a las escondidas”.

 

La galleta de vainilla

cambiando de parecer

quiso jugar a la piscina

bañándose en el café.

 

De pronto, quietud absoluta,

no se escuchó nada más,

y ya muchos se preguntan:

¿será que hubo enemistad?

 

Espero que nadie se sorprenda

si yo les cuento un secreto:

mi hijo ayer en la merienda

se comió todo completo.