Perozo rivero Miguel Oswaldo

OFRENDA

A Matilde Ruiz, Mulata, Madre y Matrona de la Aldea… Desde sus soledades…en el año de sus 95 primaveras

 

 

Te debemos, Matilde Ruiz, un canto,

te debemos la canción del arado y el lucero,

de la Guitarra sin dueño,

de la Quena y el Tambor,

de la Guarura…

 

Te debemos la ofrenda de la canción del agua,

para festejarte y festejarnos en tus manos,

que amasaron el pan en la semilla,

tus manos, Matilde, de mágicos rituales,

para aliviar la pena en el costado ajeno.

 

Queremos regresar desde tus ojos,

desde el acantilado que se tragó la noche,

de las tres carabelas que borraron tu nombre…

Te adivinamos distante, Sultana y Centinela,

con el río de la Aldea moribundo en los brazos,

La Mulata es tu pueblo de amaneceres grises…,

y el río una mortaja que arropa el Catatumbo.

 

Venimos desde tus ojos,

desde las mariposas de tu errante nostalgia,

perdida en los barrancos de Colón y de Almagro.

La noche está desnuda sobre un banco de arena,

y el  Cóndor te contempla desde la Mole Andina.

 

¡Salud, noble Matrona!...

Tus hijos te saludan con un Canto Yoruba,

 un Coro Libertario de allende los océanos,

que ha viajado en la cresta de las olas marinas…

Te ofrendamos, Matilde, estas cadenas rotas,

tuya es ahora la canción del arado,

la música del agua y el canto del lucero…

 

Recibe este homenaje de Martí,

que para tu pecho cultivó una Rosa Blanca,

 y de Guillén, caribeño,  cubano y  Trovador sin amo,

que aun lleva  en su talego la guitarra sin dueño…

 

Ureña, 30 de agosto de 2009.

 

 

Miósperi

Ureña, 30 de agosto de 2009.