Se adentró en mi piel,
sin compasión fue invadiendo cada parte de mi ser,
me comenzó a pesar su ausencia,
me empezó a arder en las venas su recuerdo,
sus labios me impregnaron con el éxtasis de su amor,
me deje cautivar por sus ojos café y me perdí al no poder verlos otra vez.
Ahora me encuentro entre líneas buscando su nombre,
buscando su rastro, buscando el camino que me lleve hasta allí,
a su lado, a sus brazos, a sus labios,
al momento en que me toma y no me deja ir.