Creí querer, y lo lamento,
púes amar apetecía,
Creí que el amor
se apreciaba muy adentro.
Creí que era sentimiento
y que al amar se sentía.
Creí que la amada era el centro.
Creí que la vida del amor dependía.
Creí sentirte en mi corazón dentro.
Creí que al perderte,
la vida se perdía.
Creí, con todo el sentimiento
que el amar era el centro,
y era verdad lo que sentía.
Roberto J. Martín González
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