Izandro

La Razón de tu Cuerpo

 

Muéstrame tu pecho desnudo,

Y déjame hundirme en el silencio de tu abrazo,

Sentir el aroma de tu piel, con rastros de cielo oscuro,

Y besar la tibieza de tu seno, embriagando mi amor tan puro.

 

Déjame recorrer con dulzura,

La línea firme de tu cuerpo, que es como agua pura,

Y beber así de tu claro rocío,

Cuando me llegue por ti el hambre, y también el amorío.

 

Acógeme fuerte en lo más sutil, de ti amada,

Y besa mis labios, como si nunca hubieras besado,

Acaricia mi cuerpo, como si fuera el terciopelo de tu deseo,

Y déjame entrar en tu morada, como si fuera el atrio de todos tus sueños.

 

Déjame tocar con mis labios,

La tersura de tu rostro tan claro,

Y permíteme llenarte de besos,

Con estas manos que se llenan de puro deseo.

 

Esta noche quiero dormir bajo tus sábanas,

Y dejare que las sombras -de la noche- se queden con el cielo,

Y pensaré acostado sobre tu cama, si mi locura es la razón de amarte,

Entonces creeré que lo más razonable, será amarte con locura.

 

Tengo más de una razón para amarte,

Y más de mil miedos, si no lo hiciera,

Pero beber de tu cuerpo bajo este cielo,

Es mi bendición, por llevar tu nombre escrito en mi pecho.

 

La razón de tu cuerpo es...

Ser tan pura, como mi amor por tí,

Es ser el deseo perpetuo.