Sé que luces tú muy bella,
Como la tarde de ayer,
Donde parecías estrella,
Convertida en una mujer.
Eres la mujer hermosa,
Que me llena de pasión.
Eres del jardín la rosa,
Que me robó el corazón.
Yo te he visto en tu morada,
Descubriendo tu bello pecho,
Al terminar mi jornada,
He de dormir en tu lecho.
Eres como mariposa,
Que vuela por aquel jardín,
He destrenzado la rosa,
De tus labios de carmín.
De aquel pulido diamante,
Vi su hermosa belleza,
Y con toda la certeza,
Tu rostro es más elegante.
He cometido la osadía,
De ver tu cuerpo desnudo,
Y ver en tu pecho el nudo,
Que laza esta vida mía.
Nacieron dos lirios rojos,
En su hermosa cabellera,
Que parecían sus ojos,
Dos rosas de primavera.
Yo soy un hombre sincero,
Y es mi palabra que clama,
Quererte como te quiero,
Me nace dentro del alma.