Sin métrica

Herido

En mí pecho broto una herida

sus raíces empezaron a crecer

consumiendo el aliento de vida

y la energía que solía mantener.

 

Un heteróclito vacío cada día

tragos de luz que desaparecían

en la oscuridad en mí  dormida,

solo existía una estela de alegría.

 

ojos que tristeza encarcelaban

esta alma que descanso ya imploraba

y lentamente moria... moria... moria.