ETERNA ESPERA
Felicidad, siempre te he esperado
desde que nací en el alborada
de aquel día de invierno mojado
hasta en esta época soleada.
Tú sabes que siempre te he buscado
porque eres compañía deseada
para el que se siente apenado
en esta larga vida cansada
a causa de aquello no logrado
por más de alguna causa fallada.
Felicidad, siempre te he ansiado.
Quiero decir la frase exclamada:
¡Sí he gozado!
Desde hoy esperaré confiado;
abrí las puertas de mi morada
y de mi corazón enlutado,
así nada impide tu llegada,
aún estando yo desesperado;
pero ahora tendré mi gran ganada:
estoy confiado.