Un gato blanco con negro
de facha mas bien fastuosa
era un constante peligro
para la rata famosa.
Y direte ambas cosas
del atrevimiento del gato
que entre cosas olorosas
el ratón gana por ratos.
Micifuz encandilaba
los ojos para mejor ver
mientras la rata miraba
cual de los dos iba a comer.
El ratón se relamía
del queso como bocado
mientras el gato sabía
encontrarle el mejor lado.
Ambos se deleitaban
pensando uno en el otro
sin saber se relajaban,
llegando el quiltro como potro.
El gato al árbol corrió
la rata a su agujero
el perro que no barrió
con su maldito compañero.