Da asco ver las heridas
y sostenerla en las manos;
compártase un poco’e guaro
que esta dura la jornada;
todos amamos las tonadas
cuando nos hablan de besos;
derribemos las persianas
para capturar silencios;
y si el perro esta ladrando
que sea a la casa del vecino;
si va compartir un tabaco
por favor que sea encendido;
Pero cuando el fuego
nos escupe el rostro
y devora nuestras entrañas
todo depende de que oros
sean tus telarañas
Mis palabras son cactáceas
que nunca verás en jarros
para decorar estancias;
soy ínfimo como un grano de sal o arena
pero mi espina atraviesa almas;
no persigue mi pluma aplausos
ni mis hombros los abrazos