Bebí la deliciosa frescura
De alba fuente virginal,
Un placer tan celestial
Como lleno de ternura;
Acaricie su piel tan pura
De tersura sinigual,
Firme, tibia y muy sensual
En tan audaz aventura;
En tu mundo placentero
Me perdí sin condición
Como un loco aventurero,
Además de la razón,
Entregué a su pebetero:
Alma, fuerza y corazón…