De tus labios se escaparon
esos besos tan traviesos,
y yo siempre me enardezco
con tus eufóricos besos.
Tu boca junto a la mía
ha sido mi íntimo ensueño,
todas mis ansias serenas
con ese beso halagüeño.
Si tu piel se une a mi piel
mana el sudor de tu cuerpo,
con ese sabor a miel
tú me alimentas mis sueños.
Tú me haces sentir vivo
relajando mis sentidos,
eres mi amena compañía
y me vuelves emotivo.
En mi mente o en mi corazón,
desde la copa de un árbol
o una montaña de piedra,
siempre serás mi razón.
Hugo Blair M.
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