Tanto he pensado sus serenatas
que el río se rebela en el canto
en su vientre las caricias
las aves en los destellos
el pescador en sus sueños
los recuerdos en las mareas de sus besos
el choque de copas en su silueta
las palmadas en las penas
el sol en los estíos
hasta volver a decir adiós