El amor (en todas sus formas) es parecido al cuidado (por deseo genuino) de una planta…
Aprender a regarla lo necesario (ni de menos ni de mas), contemplarla, verla crecer, formando parte de él pero conservando cierta distancia, entender su propio tiempo y no esperar nada más que oxígeno por momentos y dióxido de carbono en otros…