En el pasillo del cruce de mirada
los circulares dedos toman la palabra
olvido de quejidos de lápices...
Aldaba de los sentidos
como espínela lucida en el pecho
portento que impregna lápices a los cuerpos en su conquista.
Lienzo de las dichas aún no recitadas
entre líneas sin pintura sin perfiles de la alquimia.
Estraza de papel en un pintado sueño
es traza de los besos que se tallan
es la traza del moldeado de la piel
en el tallante taller del verso amante.
Los separados cuerpos se cincelan
en el sinfín de las pasiones...
Se dibujan los mágicos círculos del gemido.
Es traza de papel en un pintado sueño
es traza de los besos que se tallan
es la traza del moldeado de la piel
en el tallante taller del verso amante.
Xesca Almécija