Fui una rosa,
una rosa de cristal,
que al dar amor,
recibió solo mal.
Fui una estrella,
una estrella de mar,
que al entregar el corazón,
no la quisieron amar.
Fui una mariposa,
del sueño y del pacer,
que al estar enamorada
el sentir no pudo merecer.
Fui una mujer,
que al hombre se entregó,
y que después de la dicha
el susodicho la dejo.