Cuando las plumas negras de tu conciencia
dibujan sobre un blanco lienzo
un paisaje
lleno de angustias, envidias y egoísmo…
Las sombras rebeldes de un viejo sueño
toman vida
y se escapan por las rendijas de tus manos
para pasear desnudas
por las orillas del mar donde duermen
ocultos
todos los rencores que nublan tu existencia.
Galopan a lomos de un negro caballo
y se pierde en el vientre oscuro
de una vieja madrugada
que morirse de pena en una esquina quiere.