En unos de los restaurantes más importantes de la ciudad, la hora pico realmente es un pandemónium, mesoneros se desplazan con gran maestría y agilidad, mientras sus manos sin demora llevan grandes bandejas, entre los que se perciben agradables olores y prometedores sabores que degustar. Sin lugar a dudas el chef destaca por su gran arte culinario, merecedor más de una vez de grandes elogios por parte de sus clientes. Lucy resulta ser una extraordinaria ayudante del orgulloso chef. –“Mi niña, definitivamente tu y yo haremos grandes cosas, aprendes bastante rápido, si sigues por ese camino en muy poco tiempo este restaurant tendrá una sucursal y tu serás el chef”. –“Estoy realmente agradecida por la oportunidad que me brinda”. En un pequeño barrio no muy lejos de allí, las dos hermanas lograron alquilar una pequeña habitación, y cada noche conversan las experiencias del día. –“¿Lalà como te fue en la entrevista que tenias hoy programada?”. –“Comienzo mañana Lucy, y como te dije me corresponde empezar en el turno de la noche, luego será rotativo, es uno de los diarios que mas se vende en el mercado, y tu dime ¿al fin aprendiste a cocinar? Y se inicio la guerra de almohadas entre las dos hermanas, que reían de lo bien que empezaban a salir las cosas. Ambas decidieron mandar una carta a sus padres, adjuntando en el sobre una pequeña parte del primer sueldo que recibieron. Mientras Lucy salía muy temprano a trabajar, Lalà llegaba totalmente exhausta de la fábrica, apenas cruzaban pocas palabras y se dejaba caer rendida en la cama. Lucy sintió preocupación por su hermana, y pensó hablar del asunto con ella el fin de semana. Aquel día el restaurant sobrepaso las ventas, entre sus clientes habituales y muchos mas. El chef invito a Lucy y al resto del personal a compartir un brindis por el éxito logrado, revelando el secreto que le hace dueño de aquel lugar. Entre tanto cerca de allí, en un piano bar cada noche presentan a bailarinas de estríper, causando entre ellas gran sensación una joven por su aspecto sensual y a la vez inocente, mientras se desliza en el tubo entre la mirada de hombres jóvenes y mayores, quienes a su vez le ofrecen grandes propinas. –“Lalà hoy me dieron el día libre, apenas has dormido unas horas ¿adonde vas?, ¿te cambiaron el turno?”. –“Mi niña muchas preguntas juntas, tratare de llegar temprano apenas termine el turno y hablaremos con calma…
Y la vida continúa…