Visibles
las certidumbres del poeta
quedaron al borde de los labios
Trémulas agotan
vacíos de ausencias
miradas que huyen
desde sus techos rojos
llevando el alba a cuestas
se apagan en la infinita huella que nos agita
Sus corrientes horadan recuerdos
en la plaza mayor
se presintió la despedida
Estridentes
los relámpagos
quedaron en la soledad
En los plácidos atardeceres
sus cenizas
arañan noches
Sin final