Su mano danzaba por mi pelo,
por mis mejillas,
por mi omoplato.
Yo solo podía mirar el corto camino que aun quedaba.
Te ibas.
Había soñado y deseado este momento tantas veces,
Pero las lágrimas no salían de mí.
Un gesto con la cabeza alcanzo para darle fin,
a tantas madrugadas perdidas.
Ya no nos quedaban besos.
Las miradas cumplieron su rol,
y la despedida fue breve.
No miento bien sabias decir.
-Tenia que ser así.
-OjosDePerroAzul-