Jose Adolfo

Inexorable

Sobre el tiempo

arrojamos nuestras manos

inexorables caricias

embeleso curvado en los secretos

 

De sus entrañas

húmeda la certeza

placer que nos delata

en la caricia

 

De sus vaivenes  

danza el silencio de las grietas

piadosas melancolías

colgadas en relámpagos

erotizan la mirada

hasta extinguirse con la noche