Los ojos tuyos, tus ojos,
su color trenzando brillos,
iluminando amaneceres mios,
despertando las mañanas.
Tus ojos que trajo el mar,
caracolas recogidas
en tierras y en islas,
con sus estómagos sonoros.
Tus ojos que conservan
intacta su felicidad,
que avanzan obsequiando
resguardo y mimos.
Tus ojos, que tomaron
de la noche su oscuridad,
y se vistieron de estrellas
para replicar el universo.
Tus ojos que son miradas,
y son trofeos del cariño,
que me siguen al camino,
que me visten de esperanza.