¡MUJER ETÉREA!
A TODAS LAS MUJERES
EXPLOTADAS Y ABUSADAS
DEL MUNDO ENTERO
Sólo por la urgente necesidad
de constatar si aún estabas allí
He querido decir
si todavía te sumaban en el mundo de los vivos
Pasé por aquel detestable y lúgubre lugar
Aquella esquina de la libidinosa subasta
donde cada quien se acerca con ojos ávidos
a observar y tocar como cualquier mercancía
los cuerpos en aparente fogosidad
que esconden tras la mueca de carnaval
el hartazgo y cansancio del ludibrio
En efecto volví a contemplar tu espigada anatomía
altanera y desafiante frente a los urgidos comerciantes
efímeros poseedores del fálico placer
azuzados por el brillo de tu epidermis
y la evidente jugosidad de las aún provocativas formas
Quise atrapar tus ojos como un par de remos
que me permitieran adentrarme
en el inefable océano de tu existencia
pero con asombro advertí que tu silueta
se encontraba ligeramente inhabitada
que tu esencia real andaba coqueteándole a las fantasías
mientras las retinas abiertas como espejos empañados
dejaban traslucir un ser atrapado en el mundo de los muertos
Tu alma se fue de asueto decidida a cazar y descifrar sueños
al paraje reservado a los orates y también a los sabios
que al fin de cuentas son los únicos y verdaderos vivos
por ir ligeros de equipaje y exentos de ambición
fórmula inequívoca del verdadero amor
que conduce de manera indubitable a la felicidad.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.
No obstante que prefiero escribir y crear a diario, mínimo un poema, aparte de otros trabajos literarios que atañen a la narrativa, eludiendo el repetir piezas poéticas de tiempos pasados. Hoy, a petición de una amiga muy querida del portal, residenciada en el Hermoso Cono Sur de este titánico continente, reescribo Mujer Etérea. Claro que en esta oportunidad estará acompañado por el vídeo que lleva el mismo título, basado igualmente en las mismas letras, dirigido por este servidor, además de haber actuado también al interior del mismo. Esto aconteció en los comienzos del año 2011, en la ciudad de Bogotá D. C. Realizado como tesis de dos diplomados que realicé en la Universidad Incca de Colombia, con la Facultad de Técnicas de la Información y de la Comunicación (TICS). Conocí a esta mujer descrita en mis versos. Estuve un tiempo siguiéndole los pasos, sólo por el interés de informarme por qué había terminado en ese degradante mundo. Nos hicimos amigos, únicamente eso. Pero un día ya no la vi más. Creo que aprendí a amarla como aquella pieza hermosa que se mira a través de la vitrina y ni siquiera te atreves a tocarla. Espero que en esta repetición, lo podáis disfrutar quienes no lo hicisteis en la publicación primigenia, y quienes ya lo hicieron le den una repasada. Vuestro amigo por siempre. Alea Jacta Est. Condorandino.