Soy tuyo,
del te quiero de tu boca,
del te amo de mis sueños,
del tú y yo
aunque estés tú y yo no,
aunque nos separe la realidad,
y el puente que conecta
de este lado sea frágil como viento,
¿qué importa lo efímero del tiempo?
si yo tengo tus labios un segundo,
un segundo he vivido,
¡y qué bien vivido
si despertando aún
siento tus labios conmigo!
y me abraza tu calor
y me abraso en tu pecho,
hasta ser ceniza en tu regazo
y morirme en tu lecho,
porque soy tuyo,
y tu yo es mío,
al menos de este lado,
en donde la vida se vive soñando,
y el te quiero de tu boca es un te amo.