Hoy, amor mío, te vas de mi vida,
Más sin embargo, ni unna lágirma mía
Reprocha tu despedida;
¡Qué te vaya bien! Y que pronto olvides este día
Suerte en tu vida,
Te deseo con todo mi corazón,
A pesar de ésta despedida
A cambio de una vil razón.
Lo único que deseo es que evites,
A otro tonto como yo
A quien con una mirada derrites,
Ahora ve y vive el sueño que jamás cumplí.
Dicha la mía por amarte tanto,
Cruel agonía que has
Dejado en este pobre tonto,
Que un día de ti se enamoró
© Antonio Quesada Espinoza. Todos los derechos reservados.